"SELFCARE" ANTE LOS EFECTOS DE LAS CUARENTENAS
Asumámoslo, en mayor o menor medida, la pandemia nos afectó a todos. El habernos confinado en casa, reducido las interacciones sociales y la actividad física tuvo, según la OMS, consecuencias negativas para nuestra salud física, muy especialmente la mental.
Pero ¿qué podemos hacer para contra restar esos efectos mientras todo esto termina? Empecemos con la actividad física, así estemos en casa, debemos movernos. Sabemos que hacer algún tipo de ejercicio, mínimo 3 veces a la semana, libera endorfinas que mejoran nuestro estado de ánimo, así puede mitigarse el estrés y ansiedad que puedan surgir.
No hay excusa, solo 30 minutos, puedes utilizar una aplicación o darle play a algún video de rutina de ejercicios, de los miles que se encuentran en Youtube. Esto te ayudará a mantenerte en forma.
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El ejercicio va de la mano con una buena alimentación, que aunque constituye un reto para muchas personas, es vital, pues no solo ayuda al funcionamiento del organismo, sino también a prevenir y combatir infecciones.
No hay que ser un chef, comer sano es sencillo, solo es cuestión de cocinar más en casa, con los ingredientes adecuados, es decir, entre menos químicos y conservantes, mejor; agua, tomar mucha agua, evitar la comida procesada, el azúcar y aumentar el consumo de verduras, fruta y proteína.
No es tan complicado, se trata de ser conscientes de lo que comemos para lograr estar saludables.
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Los médicos sugieren ejercitarse, comer bien y dormir, pero conciliar el sueño en la cuarentena se volvió un todo un desafío.
No sabemos en qué fecha estamos, porque los días parecen iguales, las rutinas las cambiamos. Horas eternas viendo maratón de series en Netflix, el día nos pasa factura, necesitas mucho café para activarte, pero sientes mal humor y fatiga.
El descanso es una necesidad de nuestro cuerpo para renovarse y eliminar toxinas. Así que tener un mismo horario para irse a la cama, previamente desconectarse de aparatos electrónicos, reducir el consumo de cafeína, no comer y ver televisión en la habitación, tomar una ducha caliente, la lectura placentera y dormir a oscuras, son clave para lograr dulces sueños.
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El cansancio a veces no es falta de sueño, solo se trata de parar y darte un momento de respiro, dedica cada día a actividades que te gustan, juega un rato con tus hijos, tu mascota, consiéntete aplicando una mascarilla facial, escucha música, baila o llama a una amiga.
Aprovecha también estos días de aislamiento para cuidar y consentir la piel, incluso para darle un respiro del maquillaje diario.
Es importante limpiar e hidratar todos los días el rostro, exfoliarlo una vez por semana y procurar consumir alimentos ricos en vitamina D como: pescado, huevos, champiñones.
Es común pensar que el protector solar se usa solo al salir de casa, tomar el sol, ir a la playa o piscina, sin embargo, realmente debe usarse siempre, pues estamos expuestos constantemente a los rayos que emiten los celulares, computadores, lámparas, tablets, etc. que pueden afectar la piel sino lo prevenimos.
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Por último, y no menos importante, meditar. Se ha comprobado, a través de diferentes estudios, que la meditación mejora el sistema inmunológico, la función cerebral y la productividad entre otros muchos beneficios.
No es tan complicada, no se necesita ser “yogui”, se trata de encontrar un momento tranquilo en el día, bastan unos minutos, respirar de manera consciente, cerrar los ojos, incluso en la web, si lo prefieres, hay muchas opciones de meditaciones guiadas. Si definitivamente poner en blanco tu mente no se te da, disfruta en silencio de cualquier evento que te genere paz, por ejemplo: leer unas cuantas páginas de un libro, observar la lluvia, oír el aire, un café calientico, ¿por qué no un vino?, el sonido de los pájaros, ver dormir a tus hijos.
Piensa en ti, tu bienestar es primero, ¡cuídate!